El pasado 31 de enero, el Instituto Confucio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) celebró en el Paraninfo de la universidad la Gala de Año Nuevo Chino con motivo del advenimiento del año de la rata.
La gala dio comienzo con el visionado de un vídeo en el que Liu Chunming, Rector de la Universidad Normal de Changchun, mandaba a los invitados, profesores y estudiantes del Instituto Confucio, los mejores deseos para el año nuevo.
Por su parte, Rafael Robaina, Rector de la ULPGC, destacó el gran trabajo del Instituto Confucio y puso en valor la importancia de la cooperación entre la ULPGC y la Universidad Normal de Changchun. Asimismo, junto al Vicerrector de Internacionalización y Cooperación, Richard Clouet, hizo entrega de un ramo de flores a Liu Xucai (directora de la parte china del Instituto Confucio) en reconocimiento por su labor en la promoción de los intercambios culturales entre China y España en los últimos cuatro años.
En su discurso, la Directora Liu expresó su deseo de que en el nuevo año que comienza ambas instituciones sigan tan unidas como hasta ahora y, así, continúen creciendo y mejorando su labor. A continuación, Xavier Lee (director por la parte española del Instituto Confucio) y la Directora Liu hicieron un repaso a las diversas actividades organizadas por el Instituto Confucio durante el año 2019, así como a los resultados de los intercambios académicos y culturales.
Finalmente, con los profesores del Instituto Confucio vestidos de rojo festivo y cantando al unísono mientras interactuaban con los invitados, se dio comienzo a la fiesta con la interpretación de la canción de Feliz Año Nuevo.
Tras esa apertura, los estudiantes del Colegio Hispano Inglés se lanzaron a realizar una festiva actuación con tambores y bailes que realmente animó el ambiente. En ella, los chicos supieron desenvolverse a la perfección con los tambores mientras las chicas mostraron unos excelentes pasos de bailes, consiguiendo entre todos llevarse un caluroso aplauso del público asistente.
El baile de The Freely Walking Flower realizado por los estudiantes de primaria del Colegio Arenas fue increíble, ya que sus sutiles pasos por el escenario y el acompañamiento de la maravillosa música transmitieron a la perfección la impresión de estar viendo a las flores, silenciosas, florecer en el mismo escenario.
Por su parte, la actuación de los estudiantes de la Queen's School fue muy creativa, pues hicieron uso de palillos para la interpretación de su Baile de los palillos con la melodía de The Hottest Ethnic Trend, lo que sin duda impresionó al auditorio.
A continuación se dio paso a una atmósfera más distendida pero igualmente animada con los juegos y sorteos que consiguieron que el público se lanzara a responder las preguntas a cambio de algún premio.
En la reanudación de la fiesta, mientras el baile Flower In The Rain de los alumnos del Colegio Europeo Daos de Lanzarote mostró el encanto de la danza clásica china, los estudiantes de secundaria del Colegio Arenas hicieron gala de ingenio y humor interpretando la canción china Lo siento, mi chino no es bueno, y fueron los profesores y estudiantes de la ULPGC, que también mostraron su punto más cómico representando una pequeña obra de teatro llamada Lección de Año Nuevo, los que cerraron las actuaciones de los estudiantes.
El broche final lo pusieron los profesores del Confucio interpretando la danza tradicional Our Chinese Heart, que acercó al público algunas costumbres de las minorías étnicas de China y que, debido al gran desempeño en la interpretación, provocó un atronador aplauso al final.
Además de estas actuaciones, se llevaron a cabo actividades como los talleres de caligrafía y cordado y se pudieron observar de primera manos las figuras del dragón y el león chinos, usados tradicionalmente en las danzas festivas chinas.
Como despedida, el profesorado del Confucio enseñó a los estudiantes cómo hacer brazaletes y nudos chinos de la suerte que entregaron posteriormente al público asistente y los participantes en las diferentes actuaciones. También, estos estudiantes no dudaron en pedir a los profesores que les escribieran sus nombres chinos en las mesas de las caligrafías.